Este no es un hecho menor: es un delito, y debe ser tratado como tal.
La madrugada de este martes, en San Lucas Tecopilco, se vivió un acto de absoluta crueldad e impunidad: una patrulla de la Policía Municipal atropelló intencionalmente a un perro, quitándole la vida de forma brutal y cobarde.
No fue un accidente. Fue un acto de violencia deliberada. Le pasaron la patrulla encima con total desprecio por la vida, como si el uniforme les diera derecho a matar impunemente.
No solo abandonaron el cuerpo del animal como si fuera basura, sino que huyeron del lugar sin asumir responsabilidad alguna.
Este hecho ha desatado la furia de activistas, ciudadanos y defensores de los derechos de los animales. Las redes sociales exigen justicia, mientras que las autoridades locales —una vez más— guardan silencio cómplice.
Este no es un hecho menor: es un delito, y debe ser tratado como tal.
La ciudadanía exigió sanciones inmediatas para los responsables, quienes continúan laborando y que de no recibir una medida correctiva, podrían incurrir en una situación similar durante el ejercicio de sus funciones.
