Representantes de Flecha Azul detuvieron a un conductor, exigiéndole documentos como si fueran inspectores de la Secretaría de Movilidad y Transporte.
En lugar de competir con buen servicio, representantes de la empresa Flecha Azul ha optado por la intimidación. Esta empresa de transporte público ha sido denunciada por acosar a chóferes independientes, a quienes interceptan y amenazan para que abandonen las rutas que consideran “propias”.
El más reciente incidente ocurrió cuando a través de un video que circula en diferentes redes sociales, representantes de Flecha Azul detuvieron a un conductor, exigiéndole documentos como si fueran inspectores de la Secretaría de Movilidad y Transporte. Sin mostrar credenciales, ni tener autoridad legal alguna, intentaron obligarlo a retirarse del servicio, bajo amenazas y presión directa.
Este tipo de actos ha generado un clima de miedo entre los operadores del transporte, quienes aseguran que estas prácticas son cada vez más comunes.
“No quieren competencia, quieren seguir acaparando todo, aunque sea con violencia”, denunció uno de los afectados, que prefirió guardar el anonimato por temor a represalias.
El comportamiento de Flecha Azul se suma a su largo historial de negligencias. Durante años, usuarios han reportado que la empresa circula con unidades viejas, deterioradas y sin mantenimiento adecuado. En más de una ocasión, estos vehículos han estado involucrados en accidentes trágicos, con consecuencias fatales para pasajeros y peatones.
Pese a las constantes denuncias públicas, la Secretaría de Movilidad y Transporte no ha tomado medidas contundentes.
Transportistas independientes y ciudadanos exigen que se ponga alto a estas prácticas de intimidación y abuso.
El transporte público se ha convertido en el dominio de empresas que operan como si estuvieran por encima de la ley, ofreciendo un servicio deficiente, unidades en mal estado, choferes circulando a exceso de velocidad, desaliñados, que brindan mal tratos y sobre todo que cobran a los usuarios tarifas no permitidas.