Los resultados de Blanca Angulo son mínimos o nulos.
La presidenta municipal de Chiautempan, Blanca Angulo Meneses, volvió a ser blanco de críticas ciudadanas tras participar en un ritual prehispánico durante la entrega de una techumbre en el Cecyte de Tlalcuapan.
Aunque el acto pretendía ser simbólico, la indignación ciudadana no se hizo esperar: la acusan de estar más interesada en espectáculos que en gobernar.
Mientras la alcaldesa sonríe y posa para la foto, las calles del municipio siguen hechas un desastre, con baches, basura y una creciente ola de inseguridad. Habitantes la acusan de fingir cercanía con la gente mientras ignora los verdaderos problemas de la ciudad.
La reacción en redes sociales fue contundente. Los chiautempenses no perdonaron el acto y cuestionaron directamente el papel de la edil. “Que deje el show y se ponga a trabajar”, “Chiautempan está abandonado y ella haciendo rituales”, “ni la calle de la presidencia arregla”, fueron algunos de los mensajes más repetidos.
Los resultados de Blanca Angulo son mínimos o nulos. El municipio enfrenta un repunte de robos, luminarias inservibles, calles abandonadas y una nula estrategia de seguridad. Pese a ello, su presencia en eventos públicos es constante, aunque siempre alejada de los problemas reales.
En lugar de atender las demandas vecinales, Blanca Angulo parece decidida a seguir en el papel de “gobernante decorativa”, sin asumir el liderazgo que requiere el municipio.