Ratas se burlan de la policía de Apizaco y chocan contra una bomba de gasolina

 

El presidente municipal Javier Rivera Bonilla insiste en que los índices delictivos han disminuido.

 

La creciente inseguridad que vive Apizaco volvió a quedar en evidencia este fin de semana, cuando una patrulla municipal terminó impactando una bomba despachadora de gasolina durante una persecución a plena luz del día.

El violento incidente ocurrió frente a la gasolinera BP, a escasos metros de las conocidas tortas Texanas, donde la unidad A-20 de la Policía Municipal perdió el control y se estrelló mientras intentaba capturar a sujetos que momentos antes habían agredido a elementos policiacos. Aunque no hubo personas lesionadas, el riesgo de una explosión desató momentos de pánico entre empleados y clientes del lugar.

El percance encendió las alarmas ciudadanas no solo por el peligro generado, sino porque refleja el desorden operativo y la falta de coordinación en una corporación que, pese a los discursos oficiales, no logra contener la creciente ola delictiva que azota al municipio.

Mientras el presidente municipal Javier Rivera Bonilla insiste en que los índices delictivos han disminuido, los hechos contradicen su narrativa. La ciudadanía sigue siendo testigo de robos, agresiones y operativos mal ejecutados, como el de esta persecución que, lejos de representar una acción eficaz, terminó provocando un incidente que pudo tener consecuencias fatales.

Hasta el momento, la Secretaría de Seguridad Pública municipal no ha dado una postura oficial sobre lo ocurrido, ni ha detallado si habrá sanciones por los daños ocasionados a la gasolinera.

Con este nuevo hecho, la inseguridad se reafirma como el talón de Aquiles del gobierno de Rivera Bonilla, cuya administración parece rebasada por una delincuencia cada vez más audaz y una policía sin rumbo claro.