Después de días de silencio, José Vicente de la Rosa Herrera, delegado del INAH Tlaxcala, reapareció para justificar lo injustificable: la instalación de un circo en la Plaza de Toros Jorge Aguilar “El Ranchero”, ¡sí, en pleno corazón del Centro Histórico!
Según el funcionario, un “grupo multidisciplinario” del INAH habría avalado el montaje… siempre que la carpa se “fijara al piso” —porque claro, nada dice protección del patrimonio como clavar estructuras sobre un monumento histórico.
Lo más grave:
Nadie ha visto el supuesto dictamen técnico.
No se sabe si hubo permisos de Protección Civil.
Y el delegado ya se deslindó: si hay daños, “que los repare el municipio”.
“Tlaxcala es una fiesta y nosotros nos sumamos a eso”, dijo, como si el INAH fuera parte del espectáculo.
Mientras tanto, el patrimonio histórico se usa como pista de circo y las autoridades hacen malabares para evadir responsabilidades.
