Vecinos de la zona afectada señalaron que las obras “no sirven para nada”, al tiempo que denunciaron que la inundación es una constante cada temporada de lluvias.
Las recientes lluvias registradas en la capital del estado volvieron a evidenciar la mala planeación y deficiente ejecución de las obras realizadas por el gobierno municipal que encabeza el alcalde junior Alfonso Sánchez García.
A través de redes sociales se exhibio que la zona de la Ribereña sufrió una nueva inundación que obligó al cierre del paso vehicular, generando molestias y riesgos para la población.
A pesar de los millones de pesos invertidos en obras públicas que, según el edil, “transformarían” la imagen urbana de Tlaxcala Capital, los resultados son cada vez más cuestionables. Las calles mal diseñadas, el drenaje insuficiente y los trabajos sin supervisión técnica adecuada han convertido las lluvias en un verdadero caos para la ciudadanía.
Vecinos de la zona afectada señalaron que las obras “no sirven para nada”, al tiempo que denunciaron que la inundación es una constante cada temporada de lluvias, a pesar de las intervenciones del actual gobierno municipal. “Todo lo hacen al vapor, solo para tomarse la foto, pero nada funciona”, expresó uno de los afectados.
Con este nuevo incidente, crece el descontento entre la población, que acusa al alcalde de entregar obras obsoletas, mal hechas y sin sentido práctico. El cierre del paso en la Ribereña representa no solo una falla técnica, sino también una falta de compromiso con los habitantes que exigen obras funcionales y no simulaciones.
Mientras tanto, la administración municipal guarda silencio ante las críticas y continúa promoviendo sus proyectos como ejemplos de modernización, a pesar de que la realidad, como en cada lluvia, se impone con fuerza y deja al descubierto la mala planeación y deficiencias de las obras.