A juicio de los denunciantes, ni Madaí Pérez ni Aurora Villeda han demostrado estar a la altura de la comunidad.
El Petardo / La Opinión de El Tenahua/
Las polémicas diputadas, Madaí Pérez y Aurora Villeda, llegaron a la curul del Congreso del Estado como integrantes y representantes de la comunidad LGTB+. Se supone que el objetivo en todo momento era darle voz a este sector de la sociedad y apoyarlos en la medida de lo posible.
Desde un principio se supone que eso era imposible porque ambas congresistas habrían violentado las Leyes y no les importó usurpar personalidades para cumplir con las acciones afirmativas y con ello tener su pase directo al Poder.
El ridículo:
Este fin de semana organizaciones de la sociedad civil y activistas LGBTIQ+ expresaron su indignación ante lo que califican como una grave simulación por parte de las diputadas locales Madai Pérez Carrillo y Aurora Villeda Temoltzin, quienes llegaron al Congreso mediante acciones afirmativas, pero han sido señaladas por desvincularse de las causas que dijeron abanderar.
Durante un foro lésbico realizado en el Congreso local, Aurora Villeda fue increpada por representantes del movimiento LGBTIQ+, quienes la acusaron de utilizar el discurso de la diversidad como una herramienta de posicionamiento político, sin generar avances reales en materia de derechos.
La legisladora no logró responder de manera convincente a las demandas que le fueron planteadas, quedando en evidencia su distanciamiento con las necesidades de la comunidad.
Por su parte, Madai Pérez —quien accedió a su curul por acción afirmativa como persona no binaria— la señalaron por negarse sistemáticamente a recibir oficios, rechazar espacios de diálogo y, según testimonios, mantener actitudes excluyentes hacia integrantes de la propia comunidad que debería representar.
Las críticas apuntan a un incumplimiento grave de la responsabilidad adquirida al aceptar una curul destinada a visibilizar y defender a sectores históricamente marginados.
Colectivos y activistas advierten que las acciones afirmativas no deben convertirse en trampolines personales ni en herramientas de simulación institucional. Representar implica compromiso, escucha y resultados, señalan.
A juicio de los denunciantes, ni Madai Pérez ni Aurora Villeda han demostrado estar a la altura de la comunidad LGTB+.
Muy mal y de malas, al final ganaron más los intereses personales de las legisladoras que luchar por los derechos y oportunidad de su –supuestos- aliados.