Ciudadanos exigen que el caso de presunta extorsión no quede impune y que se investigue a fondo el actuar del alcalde y su equipo.
A pesar de estar recientemente envuelto en una polémica por presuntos actos de corrupción, el presidente municipal de Ixtacuixtla, Alberto Hernández Olivares, volvió a hacer de las suyas y en un acto vergonzoso publicó en redes sociales con orgullo la recuperación de una motocicleta robada, en un gesto que muchos consideran cínico y alejado de la realidad que vive su administración.
Hace apenas unos días, el alcalde y un juez municipal fueron señalados públicamente por exigir un pago de cinco mil pesos a un ciudadano a cambio de su liberación, tras ser detenido por una falta administrativa menor.
La denuncia, acompañada de pruebas que circularon en redes sociales, expuso la práctica de extorsión dentro del gobierno local, lo que desató críticas y cuestionamientos sobre la integridad del edil y el funcionamiento del área de seguridad municipal.
Lejos de ofrecer explicaciones claras o asumir responsabilidad por estos hechos, el alcalde decidió enfocar su discurso en la supuesta recuperación de una motocicleta, que presentó como logro de su administración.
Sin embargo, para muchos habitantes, este acto no solo resulta insuficiente ante las acusaciones previas, sino también ofensivo, al pretender desviar la atención con acciones mínimas mientras persisten prácticas irregulares.
Ciudadanos exigen que el caso de presunta extorsión no quede impune y que se investigue a fondo el actuar del alcalde y su equipo. La falta de transparencia y el uso político de hechos menores de seguridad agravan la percepción de desconfianza hacia su gestión.
La recuperación de una motocicleta no borra la sospecha de corrupción, ni mucho menos repara el daño institucional causado por prácticas que siguen minando la confianza en las autoridades municipales.